La semana pasada estuvimos investigando cómo conseguir pizzas más saludables que las que habitualmente solemos comer. Se trata de hacer elecciones más equilibradas, como por ejemplo:
–Ingredientes: podemos elegir entre tomate, queso, cebolla, champiñones, pimiento, calabacín, carnes magras, pollo, atún, piña…
–Salsa: lo mejor es hacerla solo con tomate. Es más saludable que las salsas blancas.
–Base de la pizza: sustituir las harinas refinadas por integrales o por otros ingredientes como la quinoa, avena, legumbres, zanahoria , coliflor…
Preparar una pizza saludable, equilibrada y con menos calorías no implica que vaya a ser una pizza menos sabrosa ni menos satisfactoria. ¡Nada más lejos de la realidad!
Por último es muy importante controlar la cantidad de pizza que comes.